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Soy la escritora de mi única novela.

sábado, 13 de abril de 2013

La oscura inspiración de la tristeza

Puedo escribir los versos más tristes esta noche, decía Neruda. Y es que las mejores composiciones literarias son tristes, no hay por qué negarlo; la inspiración llega antes a los tristes. 
No hay cosa más absurda que un poeta optimista.


Poema Número Veinte, 20 Poemas de amor y una canción desesperada
Mientras los tristes camuflan suspiros con sonrisas torcidas, los felices juegan con el destino de sus quizás.


Mientras la lluvia encharca corazones huecos y empaña pupilas de bohemia, otros ojos brillan y sus pulmones se llenaban de aires lejanos y húmedos.

Mientras en algún lugar llueve de pestañas para abajo, en otros llevan gafas de sol a las tres de la madrugada.

Mientras unos se refugian como masoquistas en las canciones lacrimógenas, otros llenan sus miradas con metáforas vacías.


domingo, 7 de abril de 2013

Se llamaba Penélope

Se llamaba Penélope. Nació en un otoño efímero a mediados de abril. Vivía en un Madrid inmensoen un piso frío, en una calle estrecha. Tenía un corazón inmenso, el pecho frío y no podía decirse que fuese estrecha. A veces lloraba, pero siempre sonreía. Llevaba los labios rojos; no podía ser de otra forma llamándose Penélope. Bebía vodka porque comerciar con calor no es fácil en invierno. Y en verano tampoco. Penélope sabía cuál era el precio exacto de la felicidad. Y su felicidad era la más cara. Nadie como ella sabía hacer pactos tan serios en horizontal.También sabía jugar al poker, pero nunca se lo dijo a nadie. "Cantaba regular pero movía el culo con un swing que derretía el hielo de las copas". Salía por las noches porque así era más fácil camuflar su luto. Coleccionaba gemidos ajenos y olvidaba caricias anónimas casi al mismo ritmo. Vivía en una canción de Sabina, aunque desafinaba en los solos. Penélope se fugó con un poeta, pero nunca entendió la tristeza vacía de sus versos ni el aire hueco de sus besos. Recogió todos sus tacones y sus disculpas y abandonó octubre antes del uno de noviembre. 
Aún hay quien dice que tiene siete vidas. 
Aún hay quien dice haberla visto en oscuros callejones.

"A menudo los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después" Joaquín Sabina

Como subastaba medias verdades, lo único que se sabe con certeza es que 
se llamaba Penélope.



viernes, 5 de abril de 2013

Aparcando recuerdos en batería

Todavía su cuello se cuela en mis recuerdos. Fue bonito mientras lo imaginábamos. 

Quizá no es la mejor manera de empezar a contar nuestra historia, pero tampoco se trata de una historia tan buena como para ser contada. No sé muy bien cómo empezó ni tampoco sé con exactitud cuándo terminó. De hecho no podría asegurar que fuese real.

Como en los mejores cuentos, era una noche fría de luna llena, pero lo nuestro estaba muy lejos de ser un cuento. Podía ser carnaval. Puede que fuera catorce de febrero. Ponerse un disfraz, fingir quién eres, fingir qué sientes. Y recuerdo bien que no llevaba ningún disfraz. Y qué bien fingíamos.

"Olvidar es no querer recordar el error" Enzo Gamboa.


Las historias más intensas no duran eternamente. Pero tampoco terminan bien. Y en ocasiones ni siquiera terminan. Se consumen como la llama de las cerillas. Es ese amor breve y el olvido interminable del que hablaba Neruda. 

Y yo sigo echando cuentas y me faltan finales para tantos cuentos. Y me sobran cuentos para tan pocas historias.