La sonrisa de la libertad, los alumnos que quieren dejar de ser alumnos unos minutos para seguir siendo niños.
Las profesoras que avanzan deprisa por el patio del colegio, evitando ser alcanzadas por un balón y esquivando la inocencia que desprenden esos monstruitos hiperactivos y mocosos con cada palabra.
Un helicóptero atraviesa el cielo nublado y los niños, mirando arriba con la boca abierta, sólo quieren ver el balón que pasa por encima de sus cabezas y acaba en una portería sin red. Y el helicóptero, ofendido por esa indiferencia, sale del cielo del recreo despacio, sin hacer ruido. No como salen los más pequeños, que corren con sus abrigos agitándose al aire, a modo de capa, sujetados a ellos sólo por la capucha, gritando que son superhéroes. Y salvarán al mundo.
En cada recreo
Como en los amores
Quieren vivir deprisa
Como pasa en las canciones.
Las niñas con coletas
Los niños con balones
Las manchas de barro
Los moratones.
El contagio de piojos
El miedo a los sermones
Las tortugas en las metas
Las pegatinas de colores.
Los bocadillos de nocilla
Hacer de papel aviones
Las caídas en las combas
Y sus chichones.
Los patines y las muñecas
Y las demás ilusiones
Los llantos y las piruletas
Que evitan todos los dolores.
Bendita inocencia
Sin malas intenciones
Crecen con prudencia
No quieren ser mayores.
"El futuro del mundo pende del aliento de los niños que van a la escuela." El Talmud