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Soy la escritora de mi única novela.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Cuatro piedras y un mirador

Es uno de esos lugares que no son espacios, son tiempos.
Es uno de esos lugares en los que al llegar, te imaginas descubriéndoselo a tus personas preferidas.
Pero no es uno de esos lugares, es El Lugar.
El lugar de la gente que corre como si ya hubiese perdido demasiado tiempo.
El lugar de las citas en las que se gasta más oxitocina que materia gris.
El lugar de las cervezas en la hierba y de la hierba en los pulmones.
Lo triste es que en este rincón hay más alergia que flores y más fotos que besos.
Pero gana de noche, como las poesías de insomnio y el alcohol de garrafón.
No sólo fue un regalo, sigue siéndolo cada día.
No es más que cuatro piedras viejas y un mirador.

No es más que un montón de recuerdos usados y Amón de Debod.

lunes, 16 de marzo de 2015

Sólo

Nunca una canción es sólo una canción.
¿Quedamos para tomar una caña? Una caña. Ya. Sólo una, como si se pudiera realizar tan innoble acción de beber sólo uno pocos centilitros de un brebaje como tal.
Sólo sexo. Qué divertida mentira.
Dame un segundo. Se habrá acabado la petición antes que la frase.
Quizá sea sólo una estúpida reflexión.

jueves, 10 de abril de 2014

Setecientos treinta

Me aterroriza pensar que no somos la excepción. La excepción a todas esas relaciones que acaban siendo monótonas y aburridas y que acaban por hacer daño a uno de los dos, o a ambos en todo caso. Que somos como esas parejas que se quieren más que nada, pero luego acaban tirándose los trastos a la cabeza. Y tirándose lo que no son los trastos. 

No sé por qué, pero sé que somos la excepción. Que lo nuestro es único, especial, distinto y nadie es capaz de entenderlo. 

La lucha incansable por evitar lo efímero sólo nos lleva a la eterna insatisfacción. Disfrutemos de cada instante que dure el amor, porque no sabemos qué pasará mañana. Las cosas cambian, las personas también, dejamos de segregar oxitocina, nos cansamos de los mismos estímulos, de las mismas palabras, de las mismas rutinas. Es inevitable. O no. Tenemos que ser conscientes de que no todo es para siempre pero que existen excepciones. Pero para ser la excepción hay que trabajar duro: adaptarse a los cambios, usar nuevos estímulos, sustituir lo químico por lo físico y evitar las rutinas.





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"Amar es dar a alguien la capacidad de destruirte y confiar en que no lo haga"

martes, 28 de enero de 2014

Catorce en punto

Más que un año, es un punto de partida. Desde cero, todo está por escribir.

Pero también un punto de inflexión, de cambio, de vértigo.

Tiene esa horrible sensación de angustia de un punto y final. Una etapa que se cierra. Pero consuela tener el respiro del punto y aparte.

Un año similar también a los puntos de sutura, de los que cierran heridas y dejan cicatrices.

Pero no deja de ser un punto. Un hecho puntual.

Es increíble la cantidad de planes que pueden caber en un punto. Planes en español y en inglés.

Es increíble la cantidad de recuerdos que pueden caber en un punto. Y en un Fiat Punto. Pero los recuerdos no puntúan.

Es increíble la cantidad de dudas que pueden caber en un punto. Y más si son suspensivos.

Porque la mayoría de los puntos suspensivos son de sutura.

Lo difícil es terminar el punto sin acabar en coma.

Y estamos a punto. Y al punto.

Puede que estemos en un punto crítico, pero lo importante es seguir teniendo puntos de apoyo que nos hagan olvidar nuestros puntos débiles.

Es sólo mi punto de vista.

Enero es el principio, sólo estamos en punto muerto y es hora de arrancar.

Y qué mejor guía que un punto cardinal. O carnal.

Empecemos con un punto y coma, cierro paréntesis.


domingo, 24 de noviembre de 2013

Planes de Tensiones

No tenía un plan. Sólo quería destemplarte los domingos y susurrar palabras huecas en el eco de tu respiración.


No quería tus planes. Me incomodan los suspiros vacíos y tú no conocías la espontaneidad del caos.

No seguimos un plan. Alternábamos la coincidencia forzada con los intensos arrebatos en cada semáforo.



Y sin embargo, planeamos. Pero planeamos alto, casi se puede decir que estábamos volando.





" Planear: preocuparse por encontrar el mejor método para lograr un resultado accidental" Ambrose Bierce





martes, 12 de noviembre de 2013

Momentos de pólvora

Maravilloso, magnético, fantástico, famélico, genial, genético, estupendo, estúpido.



El confeti y los fuegos artificiales inundaban la estancia artificial que imaginábamos simultáneamente. Algo quería escapar de nuestras costillas atravesando nuestros respectivos esternones, pero ganamos el pulso con nuestros latidos. Verticalizamos la inocencia de las sábanas blancas para cubrirnos con algo más que recuerdos impermeables. Y los votos y la cerveza hicieron el resto.





Es increíble cómo unos cuantos minutos pueden convertirse en un momento como ese. Un momento de pólvora. Un momento por el que merezca la pena tener más memoria que un pez. Un momento por el que merezca la pena gastar más tiempo describiéndolo de lo que duró el propio momento. Momentos a los que ni las palabras les hacen justicia.

Cremalleras y botones

Qué ironía que me quite el sueño tu camiseta de dormir.

Los besos son ese tipo de besos en los que piensas y no puedes evitar morderte el labio inferior. Son como abrir las puertas de un recinto antes de un concierto.

Hambrientos e impacientes. Nos desnudamos despacio, pero con prisa. El ruido de las cremalleras rasga el silencio de dos bocas callándose. Siempre son demasiados los botones.
Nos desabrochamos las ganas de sudar. Nuestro límite está muy por debajo de la piel.

Y cuando no somos más que dos corazones temblando, envueltos en piel de gallina, el mundo deja de girar. Exploramos cada poro de nuestra superficie. Consumo tu olor despiadadamente, creando mi propia dependencia. Me precipito al abismo desde tu esternón.

Nos besamos las cicatrices. Nos tatuamos la saliva. Nos salivamos las heridas que todavía no nos hemos hecho.

Tu olor empaña mis párpados si no duermes a mi lado.


Todo lo que sé sobre echar de menos lo aprendí en tu boca.

"Nada me había dicho de aquel extraño tembleque de manos que convertía cada botón, cada cremallera, en tarea de titanes".