Hay una persona, una entre un millón, una entre todos los habitantes de este jodido planeta, que no sé qué lugar ocupa en mi vida. Pero sé que ocupa casi todos los rincones oscuros de mi cabeza.
Un día, éramos sólo dos sobre la faz de la tierra y la temperatura podía derretir el febrero más frío. No había nada entre nosotros: la piel. No había citas, sólo proposiciones indecentes; no había explicaciones, ni necesidad de explicar nada; no había preguntas, sólo respuestas; no había sentido, ni ganas de buscarlo; no había sentimientos,… ¿o sí?
Y hoy, de la noche a la mañana, con más mañanas que noches desgraciadamente, todo se enfrió, estamos a millones de kilómetros bajo cero. No sé exactamente por qué, ni cómo, ni si va a seguir siendo así el resto de nuestras vidas. Antes no éramos nada y ahora sólo somos una cosa: cobardes.
Lo peor de todo es que tenemos fingir que nunca pasó nada y que seguimos siendo los mismos. Pero ni somos los mismos ni… bueno, quizá nunca pasó nada. Otra vez cayendo en la intención de engañar al corazón con otra dulce mentira.
Nos tomamos tan en serio eso de que nadie se enterara, que ni siquiera nosotros mismos nos hemos enterado de lo que fuimos, ni de lo que somos y, por supuesto, no tenemos ni puta idea de lo que seremos.
Antes nos mirábamos tan profundamente a los ojos que podíamos vernos por dentro, ahora no podemos mirarnos por miedo a vernos las vísceras, incluido el corazón. Otro nuevo cambio de carril, evitando coincidir con tu mirada perdida. Y es que ahora evitarte y esquivar tus miradas son mi única rutina.
Podría cambiar las cosas con unas palabras, pero por no caer en el riesgo de cambiarlas a peor, el silencio está destrozándome por dentro. Y está claro que a peor no puede ir, pero no tengo valor para decirte que aún sigo aquí, olvidándome de ti un par de veces al día.
siempre hay que tener valor para eso.
ResponderEliminarSi no, nunca sabes lo que podrías perderte....
me ha gustado el relato, a la vez que es un poco triste..
siempre hay que intentarlo y luchar..
salud testicular!
Un Testi siempre lo intentaría, pero hay que tener valor...
ResponderEliminarMuchas gracias! Espero poner cosas menos tristes.