He estado pensando en la infravaloración de los tequieros, en la debilidad del concepto amor y en la fragilidad de los sentimientos. Aunque suene contradictorio, odio los tequieros. Los odio porque nadie los utiliza con propiedad y ya han perdido todo su significado, si es que alguna vez lo tuvieron. También odio a los que usan demasiado este consagrado eufemismo, porque la frecuencia de su uso es inversamente proporcional a la capacidad para usarlo. También odio a los que no entienden esto. ¿Y el amor? El amor es un invento de la sociedad. Es otro jodido eufemismo, cuyo verdadero objetivo es justificar la necesidad de evitar la soledad. Respecto a lo que sentimos… sí, sentimos cosas, sentimientos fuertes, emociones intensas, pero el problema es que no sabemos llamarlos por su nombre. Porque ningún sentimiento debería tener nombre.
"El amor es abstracto, sólo la locura y el pecado hacen resaltar sus infinitos colores."Anónimo
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