¿Todo o nada?
Yo no quise verlo, me puse la venda. Otra vez. Yo y mi venda. No aprendo. Me gritabas al oído que nuestro vuelo se estrellaría, pero fui yo la que quise despegar. Y Nuestros Vuelos Aterrizan. Aterrizaje de emergencia.
Y cada vez más solos.
Y cada vez más rotos.
Y cada vez más tú.
Y cada vez más yo.
Sin rastro de nosotros.
Fue un magnífico simulacro de equilibrio, que lástima que no fuese real. Demasiado bueno para ser real.
¿Blanco o negro?
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